En la actualidad, la mayoría de nosotros usamos diariamente ordenadores en diversos órdenes de nuestra vida: consultar información, comunicarnos, aprender....
La inclusión de ordenadores en la enseñanza de la matemática nos posibilita:
- buscar información complementaria a la temática tratada en el aula
- facilitar los cálculos
- aprender a leer matemática
- graficar funciones
- simular problemas
- evaluar y conjeturar sobre resultados arribados
- atender los momentos de aprendizaje de cada alumno
- aprender jugando
- buscar aplicaciones prácticas en la economía, biología, electricidad, física, geografía... para arribar en forma colaborativa a la pregunta ¿esto para qué me sirve?
En general podemos decir, que el uso de esta herramienta nos posibilita aprender más rápidamente, en un entorno más motivamente y de exploración, fortaleciendo las habilidades de:
- comunicativa
- autoaprendizaje
- cooperación y colaboración
- planteo y resolución de problemas
- desarrollo de la creatividad
- pensamiento crítico
La inclusión de los ordenadores por sí mismos no realizarán el cambio en la prácticas aúlicas, sino están acompañados por una propuesta pedagógica que guíe a los alumnos en la construcción del conocimiento. Lo que se busca, es un cambio en la calidad, profundidad y complejización de las situaciones puestas en prácticas, para la formación integral del alumno del siglo XXI